Raquel Solís y Ávaro Campos culminaron un año internacional cargado de competencias, roce internacional y aprendizajes. El 2022 se convirtió en un periodo muy provechoso para los nacionales, quienes están en diferentes etapas, pero se acercan a sus objetivos.
Ambos compitieron este domingo en la Copa Continental de Manta, en Ecuador, donde Solís culminó en el cuarto puesto (1:02:18), mientras Campos se ubicó en la posición 15 (57:06).
A la competencia también asistieron Pablo Herrera en el puesto 29 (59:18), Mauro Quesada arribó de 38 (1:02:39) y Catalina Torres cerró en el lugar 28 (1:12:26).
En el caso de Solís la carrera en el país sudamericano también significó sumar puntos en el ránking y seguir “protegiendo” un cupo para asistir a los Juegos Olímpicos de París 2024 mediante la “new flag”.
Pero lo más importante, destacó la nacional, es ser consistente durante todo el año, como sucedió en este 2022, con buenos resultados en las competencias y una mejoría palpable.
“Eso es lo más importante, mantenerse consistente, porque la clasificación es lo que cuenta, se suman muchos eventos entonces hay que mantenerse. Este evento me ayuda para sumar puntos del ránking, me van a ayudar y en específico con las chicas que me estoy peleando la plaza, les he venido ganando. Eso significa que vamos bien, eso es muy bueno y la idea es seguir así”, resaltó.
En Ecuador superó a una de esas rivales directas, la cubana Leslie Amat, quien se ubicó casi un minuto por detrás de la nacional.
Al hacer un análisis general, la triatleta puede decir que dejarse la “new flag” a final del ciclo olímpico es algo realista.
“Ahorita la estoy defendiendo bastante bien, ha sido un buen año y estoy contenta. Creo que también me ha ayudado a aprender mucho a mejorar, y me deja esperando muchísimo para el próximo año. Realmente estoy muy contenta y orgullosa del trabajo que hemos hecho este año”.
Este buen momento de Solís también sirve de inspiración para Álvaro, según resaltó él mismo tras concluir el evento en Ecuador. En su caso el panorama es distinto, pues se trata de un atleta, sobre todo, proyectado para los siguientes Juegos Olímpicos (2028).
Campos cree que el año ha sido provechoso, no tanto en resultados, pero sí en tomar experiencia y tomar enseñas de todo el proceso.
“Pequé de iluso tal vez, como de que iba a brincar esta parte de aprendizaje, que tal vez podía, pero no, no se puede. Hay que llevarse sus golpes y entender dónde está uno, trabajar, ser realistas y entender la posición respecto a los demás”.
Asimismo, el 2022 le confirmó que está listo para enfrentar las siguientes temporadas e ilusionarse con lo que venga.
“Me motiva bastante el año que viene. Ha sido fundamental todo lo que pasó para entender, y trabajar partiendo de ese lugar donde uno esté. Este es un proceso no de uno o dos años, sino de cuatro, ocho o más. Estoy seguro de que estoy en el lugar indicado, solo me convenzo más de que sí quiero trabajar y estar ahí donde quiero estar, eso lo he aprendido este año. Agradecido con la federación, Comité Olímpico, Coopenae, Roberto y Raque, que he compartido tantos eventos con ella ”, concluyó.